miércoles, 16 de enero de 2013

Super Antonio




Al ver este vídeo se me vino a la mente mi clase del colegio. Nosotros teníamos también un “Super Antonio” en clase, Super Igni. Convivimos y crecimos todos juntos durante 10 años y nunca hubo problemas. Por eso pensé que el vídeo, aunque conmovedor, no presentaba nada nuevo. Sin embargo me extrañó el término final de “inclusión”, pues yo lo habría llamado “integración”. Me picó la curiosidad por saber qué diferencia había, así que investigué un poco.
Hoy en día la palabra  integración resuena en las paredes de cualquier escuela. Todos los niños saben lo que es y han trabajado de una manera u otra con el concepto en clase. Los centros se esmeran por integrar niños “diferentes”, ya sea por ser inmigrantes o discapacitados. ¿Pero entonces qué diferencia hay entre ser integrado o incluido?

El concepto de inclusión surgió en los años 90 y pretende quitarle el puesto a la integración en los centros educativos. La inclusión educativa defiende que lo normal es que los seres humanos sean diferentes. Y propone que el sistema escolar se adapte a las necesidades de todos los alumnos en vez de que sean los niños diferentes los que se deban integrar en él. La homogeneidad empobrece el mundo de las experiencias posibles que se ofrece a los niños.

En cierto modo estoy de acuerdo, pues convivir con personas diferentes a ti te da la oportunidad de adquirir nuevos valores y experiencias. Pero  surgen ciertas incógnitas bajo el uso de un sistema educativo inclusivo. ¿Bajaría el rendimiento? ¿Los alumnos mejor dotados recibirían serían  suficientemente estimulados? ¿Sobrecargaría el sistema universitario al poder todos acceder a él?

Es un concepto difícil de explicar en pocas palabras así que recomiendo el artículo deWikipedia sobre el tema si quieres informarte más a fondo y leer diferentes críticas. :)





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